El cariño de un padre a un hijo
es lo más sagrado en el mundo
y cuando esos sentimientos se ven rotos,
tratan de hacer todo por protegerlos.
Esa protección se ve en peligro,
cuando los dejan solos por un momento
y ese momento se les va por toda la vida
trayendo una pena tremenda en ese hijo,
el niño se queda con el dolor del abandono
y cuando ellos se unen ya es demasiado tarde,
tan tarde que ese niño no lo necesita.
Ese padre se da cuenta de que le faltó
y en esos momentos en que el niño buscaba un padre,
no lo tenía a su lado;
esos angustiosos días sin tener a su padre
¡Ese es el que nunca he tenido!
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